En un mundo laboral hiperconectado, la desconexión digital es clave para reducir el estrés y mejorar el bienestar. Este curso te enseñará a gestionar tu tiempo de pantalla y aplicar buenas prácticas en el trabajo.
Con este curso, el alumnado:
Curso bonificado con Diploma acreditivo de FUNDAE - Ministerio de Trabajo
El curso está dirigido a** personas trabajadoras de cualquier sector **que deseen mejorar su bienestar laboral mediante una gestión más saludable del uso de la tecnología. También es ideal para responsables de recursos humanos, mandos intermedios y equipos directivos que busquen fomentar un entorno de trabajo más equilibrado, productivo y respetuoso con el derecho a la desconexión digital.
En un mundo laboral hiperconectado, el uso constante de dispositivos digitales puede generar** estrés, fatiga y dificultades para desconectar del trabajo, **afectando la salud mental y el bienestar de las personas trabajadoras. Por ello, la desconexión digital no solo es un derecho reconocido normativamente, sino también una necesidad para garantizar entornos laborales saludables y productivos.
Este curso ofrece una visión completa sobre la importancia de la desconexión digital, abordando su impacto en la salud, los derechos digitales en el ámbito laboral y las estrategias para equilibrar el uso de la tecnología. A través del análisis del marco normativo y la identificación de** señales de sobrecarga digital**, las personas empleadas aprenderán a gestionar de manera consciente su tiempo de pantalla y aplicar buenas prácticas para evitar los efectos negativos del uso excesivo de dispositivos.
Además, se explorarán herramientas para optimizar la organización del tiempo, fomentando hábitos que permitan mejorar la concentración y la eficiencia sin depender de la conexión permanente. Se abordarán estrategias para minimizar la interrupción digital en el entorno de trabajo, favoreciendo una mayor autonomía y calidad en la ejecución de tareas.
Independientemente de los protocolos de desconexión que establezcan las empresas, es fundamental proporcionar formación para que cada trabajador y trabajadora pueda **proteger su derecho al descanso y mejorar su bienestar personal, **contribuyendo así a una cultura organizacional más saludable y eficiente. La implementación de buenas prácticas no solo beneficia a la persona trabajadora, sino que también impacta positivamente en la productividad y el clima laboral, promoviendo un equilibrio sostenible entre tecnología y bienestar.